Miguel Rodero / Si Candelario solo fuera un bonito pueblo de sierra sería uno de los muchos más que se asientan en toda España, sus empedradas calles serían el pasear vacío de quienes parasen a tomar una caña y sus paredes serían la respuesta al eco del canto de las regaderas.

Por suerte para todos Candelario no es solo un pueblo bonito, tiene historia, cultura y tradiciones que dan sentido a un todo que, ojala algún día, globalice la «marca Candelario». En ese caminar algunas personas e instituciones desarrollan una labor impagable, y entre ellas destaca la Asociación Cultural Cuesta de la Romana, quien no solo conservan las tradiciones sino que las expone al mundo entero y las trasmite de generación en generación.

Para mi son motivos suficientes como para pensarme acudir al llamado que han realizado solicitando la colaboración vecinal en su búsqueda de socios. Pero además se da la casualidad que no todos los vecinos tienen disponibilidad, ganas o simplemente ya no residen de forma habitual en el municipio, siéndoles complicado implicarse en sus labores de una forma presencial «en primera línea de batalla», para ellos el motivo debe ser doble.

Es complicado decir no a esta causa cuando por solo 5 euros al año, al menos podremos apoyar moralmente y contribuir económicamente con esta labor encomiable que tanto orgullo nos trasmite.