Foto archivo. Durante una reunión de peñas convocada por el Ayuntamiento

Una opinión de Miguel Rodero / Tras muchas tiranteces, y no pocas críticas, los sucesivos gobiernos de PP e Independientes en Candelario acogieron la mecánica de realizar con anterioridad a las Fiestas de Candelario una reunión abierta donde peñas, jóvenes, hosteleros, partidos políticos… podían asistir y debatir el contenido de las mismas e introducir cambios en el programa.

Así renació el Día de las Peñas donde estas mismas sufragaron y organizaron actuaciones musicales, actividades infantiles y juveniles. Se introdujeron verbenas prolongadas con discoteca móvil hasta la charanga. O se llegó incluso a debatir, de una forma afable, aspectos siempre polémicos como las corridas de toros.

Cierto es que en la celebración de las citadas reuniones ya había gran parte del presupuesto festivo cerrado, pero al menos se dejaba ver un atisbo de participación ciudadana, y las ideas que se originaban se quedaban en el aire para años posteriores. Era el comienzo del cambio de modelo festivo.

Con la llegada del PSOE esta costumbre viró 180 grados. El primer año aducieron un programa heredado del anterior Gobierno para evitar reunirse. Posteriormente convocaron a las peñas con el programa de fiestas cerrado y presentado ante la prensa. Y este año ya no se molestan en aparentar y evitan la participación ciudadana sin realizar convocatoria pública.

¿Os imagináis que hubiese pasado si PP o Independientes sacaran el Programa de Fiestas sin reunión de peñas? más de una crítica estaría reflejada en redes sociales, comunicados de prensa y tertulias. Al PSOE siempre le sale más barato evitar la participación ciudadana.