Un análisis electoral de Miguel Rodero / Una vez asentados los resultados de las pasadas elecciones municipales en Candelario, y tras un profundo análisis de la política local, se llega a las siguientes conclusiones en clave de partidos.
El suelo de votos del PP son, la nada despreciable cifra de, 150 papeletas.
Mientras la mayoría de personas auguraban un desplome de votos del Partido Popular tras conocerse que los dos primeros de su lista «ni están ni se les espera» sumado a una campaña de perfil muy bajo, la realidad es que han logrado sumar 151 votos, tan solo 27 menos que en el año 2015 y mantienen sus dos concejales en el Ayuntamiento.
Datos que reflejan no solo el fuerte arraigo de votos de derecha en Candelario, algo que se constató hace un mes en las elecciones generales con 382 votos al bloque de derechas (PP-Ciudadanos-Vox), sino que vislumbra que el PSOE no se enfrentaba a las urnas tan fuerte como podía parecer, y han salvado la Alcaldía más por fallos ajenos que por aciertos propios. Dicho sea de otro modo, si el PP hubiese presentado un cabeza de lista adecuado sería fácil que el pasado 26M la diferencia de votos entre PP y PSOE fuese mucho más reducida de los 184 actuales.
Izquierda Unida es el gran beneficiado del trasvase de votos de los «Independientes».
Que Izquierda Unida lograba regresar al Ayuntamiento era algo que no estaba claro ante un PSOE que se presuponía fuerte y un presunto trasvase de votos del PP que se veía complicado. Sin duda su mejor opción era intentar ganarse los 94 votos que dejaban en el limbo el Grupo Independiente, que en esta ocasión no acudía a las urnas.
Con las cifras en la mano al PSOE no le ha arrebatado demasiados votos (ya que los de Pablo han aumentado 29 votos estos comicios) y por tanto parece claro que el aumento de 64 papeletas, hasta las 131, apunta a un importante retorno de votos desde el Grupo Independiente, algunos «castigadores» al PP y la consolidación de medio centenar de habitantes de Candelario que se identifican con la marca tanto en comicios municipales como nacionales.
Izquierda Unida tiene motivos para estar contento no solo por tener un concejal de forma muy holgada (le han sobrado 64 votos) sino que se ha quedado a solo 20 papeletas de obtener su segundo representante.
El PSOE, a pesar de su victoria, tiembla.
El PSOE es la fuerza más votada, gana con mayoría absoluta, aumenta 29 votos… pero se sabe derrotada. Puede parecer una contrariedad pero esta apreciación se consolida con la decepción de los miembros socialistas la noche electoral que dejaban claro que algo no funcionaba como ellos esperaban.
Se presentaban con el viento de cara: Un PP que apuntaba a la baja, una legislatura tranquila y una Izquierda Unida que rozaba un concejal y era factible que no llegara, sin embargo su aumento de votos es insustancial y han estado a solo 68 votos de perder la mayoría absoluta.
Datos que apuntan a una previsible caída de su electorado motivada por el desgaste de cuatro años de gobierno en mayoría absoluta que no han querido «revertir» renovando sus caras más visibles.
La parte más positiva para el PSOE es que a pesar de los augurios tienen cuatro largos años para reconquistar a los suyos antes de enfrentarse a un PP que sin duda hará frente a la vista de las expectativas y una IU que durante los últimos 12 años en Candelario tras cada comicio gana electores.
El analisis sobre las elecciones municipales en Candelario me parece muy serio e interesante. Y señalado esto me pregunto que ¿a qué puede temer el PSOE? Espero que a nada, porque no ha de haber nada que ocultar. Además, la presencia de IU me parece refrescante.