
Miguel Rodero | El pasado 5 de junio se aprobaban en Candelario las Normas Urbanísticas con los votos a favor de los cuatro concejales del PSOE, la abstención de la concejala presente del PP y el voto contrario de Izquierda Unida.
Dichas normas urbanísticas están sumidas en incorrecciones y desajustes que, el tiempo dirá, que consecuencias tienen para el municipio.
Hoy os dejamos las tres principales mentiras que se pueden leer en la justificación de las mencionadas Normas:
PRIMERA: Referente a la población de Candelario, y para justificar una mayor densidad de construcciones, el documento afirma que Candelario cuenta con más de 1.000 habitantes y que “Desde el año 2.008 se observa una tendencia al crecimiento”.
La realidad es que Candelario cuenta con 879 habitantes y desde el año 2008 ha bajado su padrón en 114 personas.
SEGUNDA: Sobre el abastecimiento de agua las Normas Urbanísticas afirman que “El abastecimiento del municipio se hace desde el depósito de agua. Esta dotación es suficiente para la población actual y para el crecimiento previsto. El consumo actual es aproximadamente la mitad del limitado por el depósito. Aunque en las épocas estivales aumenta el gasto de agua por la población la capacidad es suficiente para responder a la demanda”.
La verdad es que este mismo año, al igual que años anteriores, se han emitido Bandos anunciando restricciones en el uso del agua. La situación es tan crítica que Candelario ha solicitado el enganche a la Mancomunidad de la Presa de Béjar para no quedarse sin suministro de agua en próximos años.
TERCERA: Más delirante es el punto sobre “Dotación Municipal” donde las Normas Urbanísticas contabilizan en Candelario no solo el Hospital Asilo, sino también una Residencia de la 3ª edad.
Sobra decir que el edificio del Hospital Asilo está cerrado desde hace años, y que el municipio no cuenta con ninguna Residencia.