Miguel Rodero | Tal y como nos indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus (CoV) son una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. El SARS-CoV-2 es un nuevo tipo de coronavirus, detectado por primera vez en diciembre de 2019, que afecta a personas y produce la enfermedad COVID-19.
Una de las principales amenazas de este virus es la alta capacidad de propagación que tiene, lo que supone un riesgo para el sistema de sanidad pudiendo llegar a colapsarlo.
Si bien los casos de coronavirus se están centralizando -debido a su gran capacidad de propagación- en las grandes urbes, el porcentaje de letalidad del mismo es mayor en las zonas rurales.
Aunque no se ofrecen datos oficiales de fallecidos en municipios concretos, realizando un análisis de datos periodísticos y funerarios, cruzándolo con el porcentaje de afectados y datos oficiales, es un argumento que se sostiene con total rotundidad, poniendo a Castilla y León o Extremadura como ejemplos.
Cuales son los motivos de que el coronavirus sea más letal porcentualmente en el Mundo Rural:
- La histórica deficiencia de médicos y enfermeros dispuestos a marcharse a las zonas rurales a trabajar sumado a los horario reducidos de atención médica debido a que el equipo médico tienen que atender a varias localidades.
- Escasez de ambulancias. Ante emergencias, la respuesta es muy lenta.
- Hospitales desmantelados -como el caso de Béjar- donde la respuesta es «vete a Salamanca».
- Una edad media muy elevada que convierte a gran parte de la población en población de riesgo.
- La situación crítica que sufren las farmacias en las áreas rurales debida mayormente al hecho de que el marco legal que incide en la gestión de estas oficinas no se adapta a su realidad y sus necesidades. En muchos municipios, los trabajadores de la farmacia son el único profesional sanitario que se encuentra de manera continuada en estas poblaciones, hecho que hace que la farmacia tome las funciones de un centro sociosanitario.
- Una falsa sensación de seguridad al vivir en zonas poco pobladas que baja nuestro estado de alerta.
- La llegada de desplazados de grandes ciudades que han huido y con ello propagado el virus.
- Falta de efectivos de la Guardia Civil para realizar controles efectivos, haciéndoles imposible ejecutar con contundencia su trabajo y hacer cumplir las medidas de confinamiento.
- Ausencia de materiales de protección para colectivos como cuidadores o trabajadores de correos. Dos colectivos muy implicados en el Mundo Rural que fueron rápidamente afectados por covid-19.
En definitiva un cúmulo de circunstancias derivadas de los históricos recortes que provocaban la España Vaciada, y que ahora se ceba en un Mundo Rural donde sus muertos pasan invisibles incluso para los datos oficiales, que no quieren hacerlos públicos ni siquiera concentrándolos en las denominadas Zonas de Salud.
No sabremos la repercusión real del coronavirus en nuestros pueblos hasta que pase la tragedia. Muy tarde para tan siquiera ser conscientes de la realidad del problema.