Interpretando el mapa de contaminación lumínca de la Península Ibérica y las Islas Canarias los datos son escalofriantes para los amantes de las estrellas.
Y es que en las zonas blancas, que se corresponden con los centros de los núcleos urbanos más poblados, solo podremos ver un máximo de 15 estrellas y un par de planetas, un número ridículo comparado con la cantidad de astros que podemos divisar a ojo desnudo en las zonas azules más oscuras, como es el caso de Candelario: hasta 3000.
No obstante, una vez salgamos de cualquier zona verde-amarilla, ya podremos maravillarnos con la inmensa belleza del cielo; en las zonas verdes, el número de estrellas que podemos ver alcanzan las 1000.