Miguel Rodero / No son muchos los espacios en la península donde se pueda presumir de tener nieves perpetuas, y Candelario durante muchos años fué uno de los afortunados enclaves que gozaba de este atractivo.
Las copiosas nevadas de este año hacen posible volver a soñar con ver la sierra con nieve durante todo el periodo estival, y si las temperaturas acompañan este año podemos disfrutar de conservar preciosos neveros que, quién sabe, tan vez nos acompañen hasta el próximo invierno.
Hagan sus apuestas.