Miguel Rodero / La ruta de “La Mangá”, incluida como la número 8 en las rutas recomendadas para los visitantes y turistas, se encuentra en un lamentable estado de conservación en el tramo que discurre desde el camping hasta el fin de la zona accesible para vehículos.
El paso de camiones de alto tonelaje en las últimas semanas, sumado al arrojo de múltiples cascotes y escombros, provoca que la senda no ofrezca su mejor imagen, e incluso resulte impracticable en días de lluvia, donde las roderas se hacen más palpables.
La zona de “la cascada”, la cual no es accesible para coches pero si para motos, se convierte en un paso imposible para senderistas e incluso ciclistas durante muchos días dado el absoluto destrozo que presenta el camino, el cual sufre múltiples daños por el paso “desconsiderado” de algunos moteros que han levantado gran parte del empedrado que tenía la senda desde hace décadas.