Una vez más, y con esta ya he perdido la cuenta, la vergüenza pasa por nuestro pueblo, cuando ya tristemente podemos afirmar que el cierre del asilo de Candelario es una realidad.

Miguel Rodero / Ahora nos querrán hacer creer que es una decisión externa al municipio y que no había otra alternativa, pero la realidad es que en esta sociedad de recortes a algunos les sobra todo de donde no se obtenga beneficios, y este era el caso del Hospital-Asilo. No era desconocido por mi el servilismo de la Alcaldesa de Candelario y sus concejales al Partido Popular, recientemente en la visita del consejero de sanidad a la ciudad de Béjar ya demostró que para ella por delante de Candelario va su partido, pero la gota que colma el vaso es el desprecio institucional a la casa San Pedro Nolasco, sus residentes y sus trabajadoras.

Ana María Carrón ya es un cadáver político que no volverá a presentarse a unos comicios como cabeza de lista, se marchará dejando al municipio un legado de despilfarro, malgasto, falta de valores y con un pueblo a la deriva en todos y cada uno de los pilares básicos de un pequeño municipio. Evidentemente semejante labor no es solo responsabilidad de ella, sino de todos los concejales tanto de su partido como de quienes han pactado con ella en cada una de las medidas erráticas y contrarias a los intereses generales de Candelario y sus habitantes.

El cierre del Asilo nos deja muchas lecturas, pero sobre todas ellas nos evidencia la nefasta gestión que llevamos sufriendo en Candelario en los últimos años, donde por poner un par de ejemplos se ha construido un aparcamiento de casi un millón de euros y aún no se ha alquilado una sola plaza, o se han gastado en un solo año más de 4.000 euros en comidas y celebraciones de las cuales no se conoce ni el número de comensales.
Un grupo de concejales ineficaces, serviles y alejados de los intereses de los ciudadanos han dejado pasar durante 10 años su responsabilidad con San Pedro Nolasco, algunos de ellos han incluso manifestado públicamente que se han equivocado, pero en política los errores graves no se subsanan pidiendo perdón sino asumiendo la responsabilidad y dimitiendo. Seguro que ni esta decisión sabrán tomar con responsabilidad.

Y como en Candelario se tiene muy poca memoria, o una memoria muy selectiva, recordar que el cierre del Hospital-Asilo es fruto de la irresponsable gestión de los últimos ocho años en el Ayuntamiento de Candelario, y el que diga lo contrario miente. Pero mentirá durante poco tiempo (o eso espero) por que llegará un día donde van a salir a la luz las facturas, ordenes y documentos donde se reflejan cada euro, y entonces la mala gestión si tendrá consecuencias.

Fuente original: miguelrodero.wordpress.com