Si hace tiempo que sientes dolor en el cuerpo, sobre todo en los pies, piernas y caderas, y especialmente cuando pasas parte del día de pie o andando, entonces puede que la culpa de estas dolencias sea de tu pisada. Sí, así como lo lees, la forma en la que pisas tiene una incidencia absoluta en tu bienestar. Por eso, para vivir realmente bien, debes revertir una mala pisada cuanto antes.

Acudir a un podólogo estudio pisada es el único modo de asegurarte que sea detectada cualquier deformidad del pie que esté alterando tanto tu pisada como la manera en la que te mantienes de pie o caminas. Es indispensable recurrir a un profesional que tenga los conocimientos que hacen falta para identificar los problemas de pies que tienden a derivar en molestias en otras zonas del cuerpo humano. Pero, ¿qué es el estudio de la pisada, y qué significan los resultados que suelen obtenerse?

¿En qué consiste el estudio de la pisada?

El estudio de la pisada -o estudio dinámico de la marcha- está compuesto de una serie de estrategias orientadas a explorar, y eventualmente diagnosticar, las alteraciones del aparato locomotor. Estas alteraciones pueden ser de nacimiento o también desarrollarse como consecuencia de malas prácticas. El estar sentado todo el día -o parado todo el día-, un calzado poco confortable, la propia herencia genética, son sólo algunos de los factores por los cuales se producen dichas alteraciones.

En cuanto al procedimiento en sí, en primera instancia el profesional explora el estado de los músculos y las articulaciones principales que se involucran en la pisada y el andar. Así puede comprobar el estado físico del paciente y profundizar en esas cuestiones que puedan tener mayor incidencia en su pesar. Se completa este análisis inicial con pruebas en camilla, de la huella plantar y otros estudios. Con toda la información, se valora el estado y cómo optimizar la pisada y el andar.

¿Por qué debe realizarse frecuentemente?

Los estudios de la pisada deben realizarse con cierta frecuencia, más que nada quienes tienen antecedentes familiares de dolores, molestias e imperfecciones de los huesos, articulaciones y músculos. Deben convertirse en un hábito del paciente poco a poco. Transcurrido el tiempo, esto permite anticiparse a los inconvenientes y poder prevenirlos antes de que sean más molestos.

¿Cómo paliar los problemas de una mala pisada?

Normalmente, estos problemas son paliados a través de las plantillas personalizadas. Estas plantillas son generadas o diseñadas específicamente para cada pie. Eso evita que sea el pie el que deba adaptarse a ellas, pasando lo contrario. Así se garantiza una pisada firme, sin presionar más una parte del pie que otra ni un pie más que el otro. Es la manera de arreglar una mala pisada e impedir que te perjudique en el corto y en el largo plazo. ¡Pasamos todo el día sobre los pies, debemos cuidarlos muchísimo!

Y por suerte, cada vez son más los profesionales capacitados, como María Jesús Jiménez, que ofrecen esa clase de servicios.