
Caídas, roturas, infecciones… son muchas las quejas que las instalaciones de baño están acumulando este verano, donde el nuevo suelo se ha convertido en una pista de patinaje, y el paso por las duchas la mayor causa de lesiones entre niños y mayores.
El mal funcionamiento de las depuradoras tampoco está pasando desapercibido, principalmente en la piscina infantil, donde ha sido necesario cerrarla de forma preventiva y practicarle habituales renovaciones de agua, ante la gran cantidad de suciedad que acumula.
Pero estos problemas no son los únicos motivos de queja, algunos tan sencillos de solucionar como la ausencia de sombras (con toldos mucho más pequeños que las estructuras habilitadas para ello) también están generando que la piscina municipal tenga mucha menos afluencia de usuarios que las anteriores temporadas de baño.









