Miguel Rodero | A finales del pasado mes de enero la ciudad de Béjar veía interrumpido el suministro de agua como consecuencia de la rotura de una tubería ubicada por encima del depósito municipal, situada entre Puente Nueva y Llano Alto.
La zona donde se localizó la avería es un camino altamente frecuentado por senderistas, ciclistas, paseantes a caballo e incluso sirve de paso para motos de campo, que ahora tienen que esquivar un vallado perimetral que incumple cualquier normativa de seguridad, y que se convierte en un auténtico peligro al mezclarse cables a mediana altura y piquetas de acero que asoman tímidamente entre la maleza.
Un auténtico peligro que deja en evidencia la falta de seguridad tras la ejecución de esta obra, sin considerar los restos de amianto repartidos en plena naturaleza.